25 de mayo de 2015

Natación Flotabilidad

Todas las personas flotan en mayor o menor medida, dependiendo de algunos factores, entre ellos los "flotadores" naturales de cada persona, como por ejemplo, la cantidad de grasa (tejido adiposo) y la capacidad de aire contenido en los pulmones al inspirar.
También el sexo y la edad son factores que intervienen en la flotación de una persona. Pero estos factores no son los únicos, la densidad del agua, el centro de gravedad corporal e incluso la presión atmosférica (en menor medida), influyen en la flotabilidad.
Muchas personas confunden el hecho de flotar con el poder mantener el equilibrio en el agua de forma estática.
LA DENSIDAD                                   
Podemos decir que existen dos clases de flotación: flotación dinámica y flotación estática. La primera se produce durante el desplazamiento en el agua, es decir, mientras se nada, pero también es flotación dinámica cuando no existe desplazamiento y se aplican determinadas fuerzas, como por ejemplo, los waterpolistas con movimientos de piernas o las nadadoras de natación sincronizada. 

La flotación estática se produce cuando no existe movimiento alguno. 

La salinidad del mar varía en diferentes regiones del planeta. En las desérticas hay más evaporación, y en consecuencia más salinidad que en los fríos polos norte y sur. El agua de los océanos tiene como media un total de 3,5% de sal, es decir, por cada 1.000 gramos (1Kg.) de agua, 3,5 gramos son sales;frente al 0,1% que tiene de media el agua de los ríos.

Otro factor que afecta a la densidad del agua es la temperatura, que se hace más densa a medida que desciende, es decir, cuanto más fría esté el agua, más densa es y como resultado de ello se flota mejor.


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